El Parque y los jardines del Castillo

El parque de Buis, el prado y el callejón de Tilleuls, los jardines del castillo...

Tantos universos tranquilos y relajantes, románticos y bucólicos, que se prestan perfectamente a paseos y otros paseos donde sólo el canto de los pájaros vendrá a romper el silencio absoluto.

En verano, el frescor perfumado de la maleza saca a relucir notas dulces y amaderadas, mientras que en otoño la bruma de la mañana crea un paisaje hechizante y de ensueño. A lo largo de las estaciones, el parque ofrece a sus huéspedes una decoración con colores cambiantes, creando una atmósfera romántica a voluntad.

Este paraje natural preservado es una pequeña reserva de animales del bosque. Así, no es raro ver ciervos, jabalíes, liebres, pero también observar muchas aves. Se han registrado no menos de treinta y dos especies.

La terraza del castillo y el césped

La gran terraza es una invitación a la relajación, el lugar ideal para desayunar en cuanto llega el buen tiempo, mientras que las amplias zonas ajardinadas ofrecen a los huéspedes la oportunidad de relajarse, disfrutar del entorno paisajístico al aire libre o relajarse organizando un cóctel, una recepción con vino. o una ceremonia de boda.

El antiguo lavadero

En el fondo del valle se esconden un manantial y un antiguo lavadero... el agua siempre está fresca y canta en el vado cerca del puente.

Encuesta ornitológica

En el dominio (límites del recinto)